Todos hemos oído esa frase al menos una vez en la vida. Quizás no dirigida a nosotros, quizás sí. Eso es lo de menos, lo que importa es que esa filosofía se extiende poco a poco por nuestra sociedad como un virus por el cuerpo, infectando poco a poco, de manera silenciosa...; y cuando nos demos cuenta ya será demasiado tarde, y esa idea ya estará implantada en la mente de todas las personas de bien (porque claro, idiotas los habrá siempre).
Pues no me parece bien! Y me niego a aceptarla, porque sé que no es verdad. No estoy dispuesta a deprimirme y limitarme porque "nunca despuntaré", porque "para qué hacerlo si no voy a ser la mejor". Porque estoy cansada de escuchar a personas a las que quiero rendirse porque hay alguien a quien se le da mejor esa cosa, y ver cómo con la desilusión grabada a fuego en sus ojos me dicen: "Me gustaría ser como él/ella, es mil veces mejor de lo que yo seré jamás". Pues no. No hay nadie mejor que nadie. Me niego a pensar que soy inferior a alguien.
Porque esa persona que te supera en algo (llamémosle X) seguro que hace otras cosas peor que tú. Porque X no sabría consolar a tus amigos, porque X no es quien está ahí en los malos momentos de tus seres queridos, porque X no sabe tocar el violín, o dibujar, o andar en bicicleta, o jugar a baloncesto, o lo que sea, mejor que tú. Es imposible que te supere en todo; y si encontráis a alguien que sea perfecto/a todas las actividades del mundo por favor, dejad un comentario avisándome, porque tendré que replantearme mi forma de vivir la vida.