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lunes, 30 de abril de 2012

Filosofía de vida I

"Siempre habrá alguien mejor que tú":
Todos hemos oído esa frase al menos una vez en la vida. Quizás no dirigida a nosotros, quizás sí. Eso es lo de menos, lo que importa es que esa filosofía se extiende poco a poco por nuestra sociedad como un virus por el cuerpo, infectando poco a poco, de manera silenciosa...; y cuando nos demos cuenta ya será demasiado tarde, y esa idea ya estará implantada en la mente de todas las personas de bien (porque claro, idiotas los habrá siempre).
Pues no me parece bien! Y me niego a aceptarla, porque sé que no es verdad. No estoy dispuesta a deprimirme y limitarme porque "nunca despuntaré", porque "para qué hacerlo si no voy a ser la mejor". Porque estoy cansada de escuchar a personas a las que quiero rendirse porque hay alguien a quien se le da mejor esa cosa, y ver cómo con la desilusión grabada a fuego en sus ojos me dicen: "Me gustaría ser como él/ella, es mil veces mejor de lo que yo seré jamás". Pues no. No hay nadie mejor que nadie. Me niego a pensar que soy inferior a alguien.
Porque esa persona que te supera en algo (llamémosle X) seguro que hace otras cosas peor que tú. Porque X no sabría consolar a tus amigos, porque X no es quien está ahí en los malos momentos de tus seres queridos, porque X no sabe tocar el violín, o dibujar, o andar en bicicleta, o jugar a baloncesto, o lo que sea, mejor que tú. Es imposible que te supere en todo; y si encontráis a alguien que sea perfecto/a todas las actividades del mundo por favor, dejad un comentario avisándome, porque tendré que replantearme mi forma de vivir la vida.
Mientras tanto, vivamos.
(Fotografía del fotógrafo Tim Walker)


domingo, 29 de abril de 2012

¿Tienes aún a tu niño interior?

Nuestro niño interior nunca debería morir. Es una de las pocas a las que deberíamos aferrarnos para siempre, una de las pocas cosas buenas que todas las personas compartimos. Porque nos hace falta.
Así cuando lloviese no nos enfadaríamos porque hay atasco, sino que sonreiríamos y disfrutaríamos con el sonido de las gotas de lluvia contra nuestro paraguas, y nos reiríamos al ver lo alto que llegó la salpicadura de aquel coche al cruzar el charco, y ya en el coche, apostaríamos por qué gota cruza antes la ventanilla; y cuando escampase, buscaríamos el arco iris, y solo el haberlo visto ya lograría que ese día fuese inolvidable.
Conservando a nuestro niño interior sobrellevaríamos mejor la rutina, ya que aprovecharíamos cualquier rato libre, por pequeño que fuese, para hacer lo que nos gusta.
Con nuestro niño interior valoraríamos más las pequeñas cosas de la vida: los abrazos, las sonrisas, escuchar nuestra canción favorita en la radio, los postres caseros, los cumpleaños (porque nadie los vive más que los niños), las sorpresas, los secretos, los buenos libros, las palomitas del cine, los momentos con amigos, los helados, las conchas de la arena...
Ojalá todo el mundo conservase a su niño interior, porque este sería un mundo mejor.
Yo he decidido no dejarle marchar, y tú?

miércoles, 25 de abril de 2012

Felicidad

Me apetecía empezar así el blog, hablando de una de las cosas para mí más importantes.
¿Acaso no es lo que todos buscamos? ¿No nos levantamos cada mañana con la meta de alcanzar la felicidad?
Pero, ¿qué es la felicidad?
La felicidad es caerte y no poder parar de reírte mientras tus amigos te ayudan a levantarte, y acabar riéndoos todos; es abrir la agenda y encontrar un dibujito o una frase escritos por alguien a quien quieres; es cantar, y bailar, y expresarte ante el mundo; es ese abrazo que tu amiga te da inesperadamente y que no te deja respirar; es escuchar una canción y que se quede grabada en tu mente para siempre; es contarle a ese amigo/a una cosa especial que duró dos minutos y recrearte explicando todos los detalles un cuarto de hora; es descubrir que más personas de las que crees están dispuestas a ayudarte; es una notita chistosa que anima una clase aburrida; es recibir una sonrisa inesperada; es una bolsa de gominolas compartida con amigos; es "enfadarte" porque a tu amiga no le gusta ese grupo que amas, y acosarla con sus canciones hasta que dice: "bueno, no están tan mal..."; es sumergirte en la piscina por primera vez en el año; es trabajar durante horas en el regalo perfecto para una amiga, y poner todo tu cariño; es ver su sonrisa al abrir ese regalo, y saber que le ha gustado; es descubrir una nueva canción y sentirte Cristóbal Colón; es juntar tu imaginación con la de un amigo y arreglar el mundo, o estropearlo aún más, o inventarte uno nuevo... La felicidad está en cada uno de los momentos que hacen que la vida merezca la pena.
Gracias a todas esas personas que hacen de este mundo un lugar mejor. :)




(Los derechos de la fotografía no son propiedad mía)