Siempre esperamos algo de alguien. Tenemos encasillada a cada persona, y esperamos que siempre siga ese camino, que no cambie, que nada afecte a esa idea que tenemos de ella. Porque es así, y si un día por cualquier cosa no cumple, en vez de demostrarle que le seguimos queriendo, lo que hacemos es mirarle y señalarle con la boca abierta, y algunos hasta se ríen. Y te siguen mirando, como a un mono de feria. ¿Qué pasa? ¿Qué tan extraordinario he hecho? ¿Acaso tu vida es una línea recta? Porque la mía no; al contrario, es un laberinto. Un mar de incertidumbres y dudas. Porque estoy en la edad de la inseguridad, en esa edad en la que te afecta lo que los demás piensen, en la que no sabes bien quién eres, en la que no te encuentras cómod@ contigo mism@; como para que aún encima vengan criticándote porque no has cumplido las expectativas. Si hombre, y qué más?
Pero siempre hay un rayito de sol, siempre hay una persona que mientras todos clavan boquiabiertos o cuchicheando sus miradas en ti, te sonríe cálidamente, diciéndote que todo está bien, que podía haber sido mucho peor, y que para él sigues siendo la de siempre. Y a lo mejor esa persona es quien menos te lo esperas, alguien a quien creías no importarle.
"En los malos momentos es cuando descubres quiénes son realmente tus amigos". Como en la mayoría de las entradas, defiendo esta idea.
Gracias por iluminar mi cielo nublado, rayo de sol :)
Reclamo mi derecho a estar triste y de morros, a ponerme lo primero que pille y salir sin arreglarme, a no tener ganas de bromas, a escuchar música lenta tumbada en la cama, a llorar, a desesperarme por chorradas, a enterrar la cara en mis manos, y a sentirme un poquito mejor cuando alguien nota que me pasa algo. Y defiendo el derecho que tiene ese alguien a recibir una sonrisa sincera solo por estar ahí, solo por preocuparse.
Porque cada uno va a lo suyo, sin fijarse en los que le rodean, y se justifican diciendo que "ya tienen bastante con lo suyo, como para preocuparse por lo de los demás". Pues sí, porque cuando ellos estén tristes también les alegrará ver que hay alguien a su lado; aunque bueno, esas personas suelen ser las que consideran llorar un signo de debilidad, y estar triste como ser un exagerado.
Reclamo el derecho a hundirme en mi mal día, acostándome en la cama, escuchando Before You Exit y leyendo un buen libro/blog. Esa es mi manera de hacer que la tristeza pase por mi día sin causar grandes daños, hacer cualquier cosa que me evite pensar y darle vueltas a todos los errores que he cometido a lo largo de mi vida.
Tengo la desgracia de ser una de esas personas conocidas como "pesimistas". Esas que no vemos la botella ni medio llena ni medio vacía; sencillamente para nosotros no existe la botella. Además de pesimista, me considero sensible; así que la tristeza, cuando llega, me afecta bastante, por eso valoro tanto a quien está ahí para sacarme una sonrisa y animarme a levantarme de la cama (tras el rato al que tengo derecho, por supuesto!).
Porque si la vida fuese todo momentos felices, la felicidad no tendría nada de especial.
Hoy en vez de foto os dejo una canción del grupo que nombré antes, Before You Exit. Espero que os guste :')
(Espero que no os importe que hoy haya usado el blog como "diario")
Vivimos estresados por el mañana; hasta me atrevería a decir que aplastados.
Tenemos que saber qué vamos a hacer el fin de semana, a dónde vamos a ir de excursión en tres meses, en qué playa estaremos dentro de medio año, qué optativas queremos estudiar el curso siguiente, qué carrera vamos a estudiar, en dónde vamos a vivir... Todo debe estar perfectamente planificado.
BASTA YA!
Vivamos al día por una vez.
Tampoco es cuestión de dejarlo todo en manos del azar y el destino; debemos marcarnos metas, pero el camino que nos lleve a ellas puede ser un poco flexible. Las reglas están para romperlas no? Improvisemos, sin perder el norte; dejémonos llevar, sin olvidarnos de nuestro objetivo, divirtámonos, sin echarnos a perder.
Por desgracia quedan pocas personas espontáneas; la mayoría viven dominadas por las modas, las expectativas y la presión que la sociedad ejerce para que seamos perfectos. Todo el mundo debe vestir igual, hablar igual, comer lo mismo, ir a los mismos sitios..., todos debemos ser robots, o seremos excluidos. Rebelémonos! Yo no estoy dispuesta a cambiar mi forma de ser porque alguien me lo pida, ni para ser más "guay"; soy como soy, y punto.
Si yo misma no me acepto, quién lo va a hacer? :)
